ESE CRISTO

Ese Cristo,
que el Padre un día mando,
en silencio por el mundo,

continua caminando,
siempre está junto a nosotros,
tendiéndonos sus manos.
Aunque no la vean nuestros ojos,
por que son ojos de humanos,
El con su mirada nos ama,
con su aliento nos da ánimos,
con su palabra interior,
dulcifica nuestro dolor,

para que podamos llevarlo.
Sus acaricias, mezcladas,

con una cálida brisa,
refresca nuestras almas,
para que continuemos,

andando por la vida,
que está inundadas tantas cosas...
de risas, alegrías,
 pesares, dolores, y llantos.
Este Cristo que tanto nos ama,
por nosotros, paso el calvario,
en el hizo oración, en el fue azotado,
una lanza, atravesó su costado,
y para burla de la humanidad,
también fue coronado.
Sin pronunciar una queja,
todo lo fue soportando,
solo decía en su grito de amargura,
Padre perdónalos,

ellos no saben lo que hacen,
son tus hijos, son mis hermanos,
y tenemos, que amarlos.
Por ellos te entrego mi sangre,
por ellos yo la derramo,
para que sus almas queden limpias,
para que se borren todos sus pecados,
Ese Cristo que Nuestro Padre envió,
aunque no lo vean nuestros ojos,
continua junto a nosotros,
caminando.

AUTORA: SALINA.
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